lunes, 25 de marzo de 2013

De las formas de ser

Acaso uno es muchas personas y cada día uno elige qué personaje ser. Es curioso, muy curioso que te rodees de determinadas personas, cojas determinada actitud, y algo aparentemente desvinculado surta un cambio drástico (lo que un científico llamaría quizá, variable). Es curioso porque sugiere el tema de la libertad. La actitud desencadena una serie de inercia en el que los actos y palabras se van entremezclando en una circunstancia de la que se pierde conciencia, de la cual se va fluyendo naturalmente. Es normal, pues, que al interferir agentes terceros- como familia, por ejemplo- el involucrado en el juego de la inercia se sienta ofendido, acaso atacado, al sentir una posibilidad de perder su propia participación en ese incierto pero atractivo flujo de ideas, sentimientos, acciones, en fin: relaciones. Cuando se llega a tal estado de flujo, en el que las palabras se van conectando las unas en las otras como hebras transparentes viajando de una boca a otra, la mente se relaja y empiezan a salir a brote facciones de uno mismo que difícilmente se pudieran conocer en otras circunstancias. Tomemos el ejemplo de la auto-mejora. Hay infinidad de pensamientos de auto-mejora al día; esos en los que, un individuo, inconforme con un rasgo de su persona, busca cambiar, modificar, o alterar una parte de esta con el objetivo de "mejorarla". Si bien esta mejora nunca llega, o llega para alterar otras, constantemente está en la mente el proceso, el proyecto para mejorarse. Es verdad que estando siempre inconforme se está en un estado de tensión poco soportable, sin embargo, este proceso de auto-mejora sirve para conocer un poco más de los gustos de uno mismo. Aún así, habríamos de aceptarnos más, dejarnos llevar en mayor medida para acceder a estos flujos en los que se penetra el pienso y luego existo de la vida para abrir paso a un siento, luego existo.

viernes, 8 de marzo de 2013

conversación unilateral

Qué es esta molestia? qué es esta falta de fuerza, qué es este dolor. palabras. palabras escucho y pareciera que son misiles los que recibo. Cuando no sé yo la intención, no sé yo el procedimiento, sólo sé lo que recibo y es este dolor. Este dolor que recibo, porque soy yo quien se lo otorga, pero como duele. Pero harías que parara? Qué es esta ausencia de vitalidad, donde me consumen los días y pierdo conciencia del tiempo, donde mis actos se van marchitando y sólo quedan ligeros destellos. Qué es este sufrimiento, cargado de responsabilidad ajena,que no me corresponde y aún así me atribuyo. Qué es esta sensibilidad que me agobia, qué es este interés de ayudar, cuando uno está más jodido de lo que se pudiese esperar. Qué es este estado de tristeza donde mis manos no alcanzan a llegar mas lejos que el patio de mi casa, donde los sueños se convierten en juegos, y los juegos en rutina, que día a día se va confundiendo, entremezclando con la comida y los baños, con la tele y la computadora. Qué es esta falta de voluntad que me impide ir más allá de lo que mis pequeños ojos ven, que me impide hacer algo más que esto, que esta pérdida de todo donde voy cayendo, cayendo, y no hay esperanza de salir. Qué es este sentimiento?, se siente a veces, los jueves, a veces, los viernes, a veces llega sin avisar, después de una larga reflexión y llega para afectar a seres que amo pero no tengo el coraje de no afectarles. Qué es este maldito sentimiento de derrota donde pareciera que el mundo es gris, y el mar da muerte y cada ser humano está presente para joderte la vida. Dime qué es, que no puedo, juro no puedo soportarlo más.