martes, 28 de mayo de 2013

de extrañar

Se me viene, se me viene tu recuerdo como quien recuerda un deseo. Se me viene tu olor impregnando mi boca, y lo saboreo, y me degusto, y poco a poco voy cayendo en el rumor de tu aroma, en las caricias de humo, en el eco de tus piernas. Cierro los ojos porque me pasa, mujer, que te veo mejor con los ojos cerrados, con tu distancia y con mi deseo, me viene muy al caso tu recuerdo. Y me vibran los labios si siento tu aroma, y me sonrío como idiota si recuerdo tus besos; se me viene, se me va viniendo de hace tiempo, como haciéndose costumbre, este recuerdo que de vos tengo. Y no es la palabra vuestra lo que extraño, y no es tu presencia corpórea lo que hace falta, no son pasiones alargadas lo que aquí viene en gana, y no es sexo lo que quiere el alba. Se quiere todo lo que rechaza, porque en el afán de negar, está lo que quiero, combinado con lo que no niego. No niego que os extraño, no niego, ni por mucho, que os deseo, que le queda muy bien tu nombre a la belleza del momento. Oh, mariposa blanda, que anda de cuna en cuna, de lado en lado buscando sustento, cómo te extraño, aquí en mi lejanía, cómo te extraño pero cómo te siento. No niego que tu suavidad es menester de mi cuerpo, no niego que tu olor se impregna densamente en mi brazo como humo de tabaco, como niebla de carretera, como nubes en tormenta. No niego que os amo, más que a mi vida, más que a mi tierra, no niego que mi romanticismo no prueba nada. Y aunque lo negara todo quedaría en desvarío, pues te dije antes que lo que niego, quiero. En tal desventura de contradictos, mi corazón palpita y vibra fuerte, vibra al escuchar tu nombre a cualquier hora; vibra porque espera tu regreso.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Para la soledad

Solo. Donde se discrimina a vivos, muertos y seres imaginarios.
Rechazando cualquier conexión con el mundo.
Convirtiendo la palabra, logos declarante, en arma.

Lanzo explosiones indiscriminadamente.
La tormenta viene, pero viene hacia mi.
Y no soy yo quien me la imagino, escúchame, !Viene hacia mi!

No lo ve quien no quiere verlo.
Es tan simple hablar...

Ahi vienen una, dos, tres oraciones. Se adhieren a la piel como el moho.
Se contraen, se entremezclan, más no se asimilan.
Se grita- y se grita fuerte- la respuesta.

Vienen los versos, sin métrica, sin rima, sin ser poesía.
Vienen a mi, cargados de algo lejano, y los resisto.
Vienen a mi, vienen a mi, los escribo para que vayan a otro lugar.