martes, 10 de septiembre de 2013

Sobre "qué puedes perder"

¿Qué puedes perder?
Se dice, o se pregunta, o ambas, e instantáneamente se toma como el argumento de mayor validez de todos los que pudiéramos concebir. La pregunta de inmediato sugestiona lo irracional. Vienen cargadas tantas imágenes a la cabeza, que no puedes contestar en una oración sustancial y corta lo que te viene por la mente, por lo que contestas algo como: "tienes razón". La verdad es que es pereza nuestra; lo mismo viene con frases cómo "¿eres feliz?" o "¿estás satisfecho con lo que estás haciendo?"; dichas en el momento adecuado, estas frases desarman a cualquier humano que pase la mayor parte de su tiempo intentando evitar aquello que en verdad le importa( sí, aquí entramos gran parte de la humanidad). Aún entendiendo la pregunta, su interpretación me parece absurda. A como entiendo, busca emular alguna frase inspiradora que indique algo como: atrévete, no puede pasar nada peor. Incluso pasa con la muerte, presentamos el siguiente argumento: "si un día he de morirme, prefiero hacer todo lo que se me venga en gana, para no arrepentirme ya en la tumba". Yo mismo me he sorprendido en estos argumentos irracionales que por su polisemia causan pereza mental el detenerse ante ellos. El problema que yo veo aquí es la dirección, la perspectiva, el modo de ver el mundo que plantea esta pregunta. En base a un negativo, te hace convencerte de algo positivo. Utiliza los contrarios. Como todo estará perdido al final, ¿qué puedes perder? Total, todo será lo mismo, qué puedes perder. Y así, si vamos desgajando la pregunta en cualquier entorno, seguramente habrá de llevarnos en todos los casos - si la llevamos al extremo de sus capacidades- a la muerte. Un día te vas a morir, entonces: ¿qué puedes perder?. Todo se valida ante la muerte, pues nada vemos peor en este mundo que ella. Le calaca, la muertita zamba, la calavera, qué va qué va, cadaver sin alma, muertos coleando, nos burlamos o tememos a la muerte pero está presente siempre. Y sin embargo, vivimos. Si el lenguaje me permite estar ordenando este suceso de ideas que viene a mi mente, es lenguaje. Es, sólo es. ¿Qué puedes ganar? Total, puede que te diga que no, puede que te diga que sí, pero en qué medida el sí que te den cambiará algo en tí, qué estás dispuesto a hacer para recibir ese sí que te lleve al paroxismo. En qué medida estás sintiendo tu vida, tu presente, como para no pensar en lo que ha sido, ni en lo que será de ti de recibir la negativa, para poder enfocarte sólo en conseguir el sí. Bien, esto también podría convencernos, una persuasión positiva a través de un argumento positivo. "Piensa en lo que puedes ganar, qué estás dispuesto a hacer". Sacrificios y más sacrificios.  El problema que yo siento que está en el problema mismo, es su admisión. Tomamos por hecho que queremos hacer algo, pero no nos atrevemos. "Qué puedes perder, qué puedes ganar". Para que ambas frases existan en el plano del que hablamos, es necesario que A esté dudando en hacer algo. !He ahí el meollo del asunto, el gran meollo del asunto! !Porqué la duda!
Cuando éramos niños, no pensábamos en sí al jugar a nuestros juegos (que podrían variar desde tomar cartones y convertirlos en dinosaurios hasta agarrar un hot wheels) nos veríamos como tontos. No pensabamos: ¿Qué puedo perder? Sí agarro a iron man y hago shhh enfrente de la familia, probablemente digan: tu hijo es un poco loco, pero muy divertido.
Sólo hacíamos cuanta idea loca pasaba por nuestra cabecita. Ya entiendo, dirán. Voy hacia el argumento de: !sólo haz las cosas y ya, no pienses tanto! Esto incurre en otro argumento irracional, cómo podemos ver, gran parte de los "Imperativos de la vida" son argumentos irracionales.
Y lo que intento plasmar aquí se planteaba desde la primera oración. Este texto en ninguna medida busca convencer y/o persuadir. Yo hablo de la irracionalidad de nuestro ser. Que tengamos la facultad de poder entablar un discurso racional no significa que todo nuestro ser sea racional. El punto de este texto es que no hay punto, más que el que el subconsciente señale. Y si ya estamos en esas, qué podemos perder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario